martes, 1 de julio de 2008

El domador de leones



Creo que lo escribió Camus: los leones te respetan si eres el domador; y entras, chasqueas el látigo, los pones a desfilar... todo lo más, te rugen, pero te respetan, y es difícil que te ataquen. Pero intenta entrar en esa misma jaula si ese día tienes un leve corte en el dedo. Se echarán sobre ti, al olor de la sangre, te harán pedazos, se vengarán de pronto de todas las veces que hiciste chasquear el látigo. Porque han olido la debilidad, y han visto el color rojo de tu sangre, y tu miedo.

O, como decía el blues: nobody loves you when you´re down and out... nadie te quiere cuando estás jodido y fuera de juego.

Y así es la vida, o eso es lo que parece. No ha recibido nunca tantos insultos, tantas agresiones, tantas humillaciones desde que todo el mundo sabe que me he venido abajo, que sigo abajo, que me siento impotente para hacer ni la más mínima cosa. Incomprensión total, en el mejor de los casos. Cosas que dijiste con sinceridad (o como manera de pedir ayuda, en muchos casos) que ahora se te vuelven como puñaladas por la espalda o a degüello. Gente que querías, y en la que confiabas hasta hace un mes (dos meses, como mucho) y que ahora te hablan con tal desprecio, con tal dureza, con tal desinterés, que dudas si existieron realmente alguna vez, o fuiste tú el que quiso verlos de una manera que no fueron nunca.

2 comentarios:

Paradise Lost dijo...

Dicen q la madrugada es la materia prima q revienta nuestra alma.
Berbel, quiero pensar q lo q escribes lo haces en esas madrugadas casi delirantes, donde sale de nosotros todo lo q contenemos.
Dime q esta no es tu realidad,y si lo es...te acompaño en un pensamiento q te acompaña, q me acompaña.

Eres un genio.

Bertha Pappenheim dijo...

Es verdad lo que escribes. Yo he estado todas las madrugadas al teléfono para alguien que he querido tal vez demasiado y cuando pido su ayuda solo obtengo su burla. El es borderline también. Estamos jodidos.