sábado, 4 de octubre de 2008

Por qué

Yo no sé explicarte por qué nos hacemos esto. Por qué escogemos, si es que lo escogemos (porque quizá sea él quien nos escoge a nosotros), el camino difícil, el que nos termina apartando de los otros: el camino del dolor, del sufrimiento, de las autolesiones, los intentos de suicidio. El camino imposible de la negatividad, que tánto daño nos hace, y que nos termina apartando también de los que más queremos (gente que nos quiere también y que, como tú misma, sufre y sufre, y no comprende, y llega a un punto en que no puede más y se termina apartando, por puro instinto de supervivencia). Hay quien habla de una base biológica, de un sistema de respuesta emocional hipersensitivo que nos impide regular las emociones. Y está, por supuesto, la base ambiental (invalidante, la llaman los expertos), la educación o la infancia traumática que nos termina programando la vida. Porque es a eso a lo que se parece, a un programa que alguien te ha metido en el cerebro y del que no consigues salir ni aunque lo intentes. Un programa muy simple, con un solo comando: autodestrúyete. De mil y una formas, desde ver las cosas siempre desde su lado más feo y destructivo hasta cortarte directamente las venas, desde ponértelo imposible tú hasta ponérselo imposible a todos los que te intentan ayudar de verdad, aunque sepas que el precio es quedarte solo, dejado a tus recursos (que son pocos y torpes). No sé por qué lo hacemos. Si lo supiera, dejaría de hacerlo. Si supiera cómo. Me cambiaría de carril ahora mismo y miraría a los que hacemos esto como nos miráis los que estáis al margen: con incomprensión, con desesperación. No entendería por qué se hacen eso, porque se empeñan en sufrir y en coger siempre la opción imposible, cuando la vida es algo mucho más simple. Pero es que nuestra vida (nuestra visión del mundo) quizá sea sólo esto, y no seamos capaces de ver más allá.

Me gustaría poder explicártelo. Y que lo entendieras. Y que me entendieras. Pero es que no hay explicación para esto: es algo que está dentro, que se siente, que se vive. Y qué suerte la de aquellos que no tienen que vivirlo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ccrees en el determinismo? La vida de una persona, el camino que elige le viene predeterminado? Con este panorama ¿para qué luchar? Total tu final ya está dictado des del principio.....

No sé que pensar..... quizás sí pero mejor no.......

consol

Berbel dijo...

No creo que tenga nada que ver con el determinismo, Consol... En mi caso (en el tuyo puede que fuera diferente) el TLP apareció a una edad muy temprana, tánto que sí, que tengo la sensación de que muchas veces (y en muchas cosas) no he tenido la opción de elegir.

De todos modos, este era un post escrito por un motivo concreto y para una persona concreta, y creo que tú no has entendido mucho el sentido del asunto, sinceramente...

Anónimo dijo...

Si lo hubiera escrito yo seguro que lo acertaría

Berbel dijo...

jajaja

Pues seguramente ;)

Anónimo dijo...

Algunas veces yo también me pregunto como poder contar, hacerle sentir a la persona a la que voy a confesar tal "secreto" todo lo que nosotros llevamos dentro, de una forma o de otra pocas veces me comprenden. Muy bueno el texto. Ánimo y gracias.

Sue dijo...

Saludos de una TLP
A veces pienso que es la enfermedad de la verdad, por eso siempre estamos solos. El mundo es una gran mentira.