domingo, 3 de agosto de 2008

El peor momento

El peor momento del día -de cada día- es cuando te despiertas, cuando sabes que ya no vas a poder dormir más, y empiezas a darte cuenta de dónde estás, qué día es, y de todas las horas que tienes por delante. Intento retrasar ese momento lo que puedo a base de orfidales, noctamids... (estoy llegando a dormir entre dieciocho y veinte horas al día), pero así y todo, ese momento termina por llegar, y tienes que dejar la bruma acogedora y feliz de los sueños (donde nada importa, donde todo es como tú quieres que sea) y reincorporarte a la hostilidad de un mundo sin alicientes que se repite además día a día. Y así un día tras otro. Dormir lo máximo, vivir lo mínimo. Buscar el consuelo facilón de no estar, de no tener que estar, de evadirse en el sueño, en el inconsciente, en lo que no duele.

2 comentarios:

Relevando a Lara dijo...

Te entiendo tan bien!!! Yo me la pasé así nueve meses por ahí de 1999. Lo peor era que despertaba de madrugada - entonces vivía con mi madre- Qué hacer? no había televisión para seguir en ese estado de no estar estando... me refugiaba en la cocina y pasaba dos o tres horas llorando y fumando, nada más; rezando que me diera sueño otra vez, para regresar a donde no dolía... Me gusta mucho leerte, aunque sea para escribir, sigue levantándote por favor!!!

Berbel dijo...

Muchas gracias por tus palabras, Lara!!

Un beso