miércoles, 16 de julio de 2008

Las horas

Lo difícil son las horas, como explicaba el libro de Chris Cunningham: despertar y encontrarse con todo el día por delante, sin saber muy bien qué hacer, sin ganas de hacer nada, con un montón de tiempo por delante cada día, y así un día tras otro, y otro, y otro.

Hoy me he despertado y no podía moverme. Me he quedado en la cama, tieso como una estatua, haciendo lo imposible por volver a dormirme. Había tenido un sueño raro: soñé que estaba en la cama y que, a mi alrededor, se me iban amontonando pilas de libros, no muy grandes, cuatro o cinco libros, y en la cama yo tenía cada vez menos espacio. Luego me he despertado y me ha parecido que tenía por delante un día demasiado largo. Como ayer. Como mañana. Porque todos los días son iguales y las horas no pasan. Y cada día es idéntico a lo que fue el día de ayer y a lo que será mañana.

No hay comentarios: