viernes, 11 de julio de 2008

Vosotros, los normales

Yo siempre me he sentido diferente del resto. No formaba parte del resto de la gente: así de simple, y así de complicado para todo... y en todo momento. No era cuestión de ego (pero sí fue eso lo que pensé, durante años y años...), más bien era un problema de lo contrario, de falta de ego, de no saber quién soy. De estar perdido hasta dentro de uno mismo. Esa herida de ahí dentro, que duele tanto, y que -de cuando en cuando- sangra. No me ha ido nada bien fingiendo que era normal, intentando ser normal, mezclándome entre la gente y haciendo ver que no pasaba nada: porque esto estaba ahí, y salía a cada tanto, y negarlo no servía más que para retrasar o evitar el problema por unos años, meses, o semanas. Tampoco me ha ido bien enfrentándome al mundo: asumiendo que era diferente y arremetiendo contra todos y todo. No sé qué puedo hacer, cuál es el punto de equilibrio entre mi yo, mi estabilidad, y los otros. Sí noto las miradas, los comentarios, los hechos... pequeños detallitos que te van arrinconado aun más, y que te hacen sentirte más diferente de todo el mundo y más al margen.


No hay comentarios: