lunes, 16 de junio de 2008
Sinceridad
¿Hubieran sido las cosas diferentes de poder decirle abiertamente (a ella, a las demás) "estoy enfermo, y me pasa esto, y hay ciertas cosas que no puedo hacer"?
No lo sé.
Sí sé que asusta: da miedo confesar esa debilidad, esa enfermedad, esa tara. Tampoco ayuda mucho que, las consecuencias, a la larga, sean peores. Cuando llega el final, el dolor ya casi no deja ver cómo podría haberse solucionado esto, y es como un gran agujero que te engulle.
Y es entonces, ya digo (después de la tormenta), cuando por fin reflexionas y piensas: "¿No hubiera sido mejor si...?"
Sinceridad: qué bonita palabra... pero todo el mundo miente tánto.
Sinceridad: es lo que casi nunca encuentra uno, y, básicamente, lo que necesito de ti.
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