lunes, 30 de junio de 2008

El derrumbamiento


Nada de todo esto será igual en pocos meses. Te das cuenta y sientes miedo, aunque también una cierta inquietud por saber que, al final, podrás salir de aquí, de esta situación que se muerde la cola y que te tiene aprisionado hace años. Nada será lo mismo. Otra ciudad. Gente que ya no estará nunca más. Muchísimas cosas que cambiarán para siempre. Y, en medio de todo eso, te imaginas a ti mismo, con tus fantasmas de ahora (y del pasado, y de siempre) como único recuerdo -desvaido, descolorido, casi increíble para los demás- de ese pasado del que ya no queda nada: y te ves también, un poco patético, como único guardián de unas ruinas que ya nadie visita y a las que nadie le importan ya nada. Y no te apetece vivir ese futuro. Esa vida sin hilo ni argumento en la que nunca ha llevado nunca a nada y de la que, sin embargo, te han dejado las ruinas. Para que todos recuerden que existen. Para que tú vivas ahí, entre ellas. Donde cada pedrusco y cada forma te recuerdan a ese tiempo en que las cosas parecían tener sentido. Hace ya mucho tiempo. Antes, en realidad, de que todo esto empezara.


1 comentario:

Bertha Pappenheim dijo...

hola chico, encontré tu blog en la comunidad tlp, yo tenía un blog pero comenzó a entrar mucha gente conocida y decidí ya no escribir más, todos se sentían con derecho de juzgarme e incluso me insultaban. Probablemente haga otro blog donde nadie me conozca y pueda escribir libremente como tu lo haces. Me has inspirado a hablar sin tabues y decir las cosas a quemarropa, que de mucho sirve escribir, aunque no todas las veces sea catártico pero si lo analizamos es una manera de acercarse más a la salud mental porque sublimas tus sensaciones en palabras escritas.

Yo soy Tomato-Ketchup en el foro, me llamo Sandra pero uso ese seudónimo para ocultarme un poco y tener privacidad.

Te seguiré leyendo y te haré saber el nuevo link del blog que crearé en unos minutos para que también me puedas leer y no te sientas tan solo.

Un abrazo.